¡Un trueno en el universo de la domótica! Home Assistant, el software de código abierto que ha conquistado nuestras casas conectadas (y nuestros corazones de geeks), acaba de anunciar una decisión que cambiará muchos hábitos: la final de las instalaciones Core, Supervised y el soporte para sistemas de 32 bits. Sí, lo han leído correctamente. Guardamos las viejas Raspberry Pi en el armario y nos preparamos para una nueva era, más moderna, más estable, pero también un poco más exclusiva. ¡Vamos, embarquémonos en un recorrido sobre esta decisión que no dejará a nadie indiferente!
Un poco de historia: ¿por qué tantas métodos de instalación?
Home Assistant es un poco como el cuchillo suizo de la casa conectada. Desde sus inicios, ha seducido a los bricoladores y a los instaladores profesionales gracias a su flexibilidad: se podía instalar prácticamente en cualquier lugar, desde la vieja frambuesa (Raspberry Pi 3 o incluso 2) hasta la VM en un servidor potente, pasando por el NAS o un mini-PC reciclado. Core, Supervised, OS, Container… Había para todos los gustos y niveles de habilidad. ¡Un verdadero buffet libre para los entusiastas de la domótica!
Pero resulta que, al querer complacer a todos, la diversidad de métodos de instalación terminó convirtiéndose en un dolor de cabeza para el equipo de desarrollo. Entre los bugs específicos de cada entorno, las incompatibilidades de hardware, y los usuarios perdidos en la jungla de tutoriales, era hora de hacer limpieza. Y seamos honestos, ¿quién no ha maldecido alguna vez por una actualización que falla porque optamos por un método de instalación un poco exótico?

La decisión: reorientar para avanzar mejor
El hacha cayó el 22 de mayo de 2025: Home Assistant dejará de soportar oficialmente las instalaciones Core y Supervised, así como todos los sistemas de 32 bits. Desde ahora, el camino dorado es Home Assistant OS o, para los más experimentados, la instalación en contenedor (Docker). ¿El objetivo? Simplificar el mantenimiento, mejorar la estabilidad, y permitir que el equipo concentre sus esfuerzos en la innovación en lugar de en la gestión de configuraciones improbables.
Concretamente, si todavía utiliza Home Assistant Core (la instalación manual en un Python local) o Supervised (la famosa combinación de Debian + Docker + Supervisor), tendrá que pensar en migrar. Las actualizaciones de seguridad y las nuevas funcionalidades ya no estarán garantizadas en estos métodos. En cuanto a los sistemas de 32 bits, se despiden, principalmente porque ya no son capaces de hacer frente a las exigencias modernas (y, seamos sinceros, ¿quién quiere aún una domótica que va lenta?).
¿Por qué este cambio? Una elección de razón (y un poco de pasión)
El equipo de Home Assistant no toma esta decisión a la ligera. Detrás de esta limpieza, hay una verdadera voluntad de fiabilidad de la plataforma. Los sistemas de 32 bits, por ejemplo, son cada vez más raros y tienen dificultades para seguir el ritmo de las actualizaciones. Los métodos Core y Supervised, por su parte, generaban un número incontable de tickets de soporte, a menudo relacionados con entornos demasiado personalizados o con dependencias externas caprichosas.
Al centrarse en Home Assistant OS, el equipo puede garantizar una experiencia más homogénea, actualizaciones sin complicaciones, y una mejor gestión de la compatibilidad de hardware. ¡Se acabaron las sorpresas desagradables tras un reinicio o las noches en vela tratando de depurar una integración que se niega a ponerse en marcha! Es un poco como pasar de un viejo 2CV reparado a un coche eléctrico de última generación: menos bricolaje, más confort… y un poco menos de nostalgia, por supuesto.
¿Y para los usuarios? El gran salto (o el pequeño paso)
¡No se asuste! Si está ejecutando Home Assistant en una instalación Core o Supervised, nada va a explotar de la noche a la mañana. Pero tendrá que anticiparse. El equipo recomienda migrar a Home Assistant OS, que se instala en unos minutos en la mayoría de las Raspberry Pi recientes, NUC Intel, o incluso en máquinas virtuales. Para los incondicionales de Docker, la opción de Contenedor sigue disponible, pero tendrá que aceptar ensuciarse las manos para algunas funciones avanzadas (como los complementos o la gestión del Supervisor).
¿Un ejemplo concreto? Imaginemos una familia que controla su calefacción, luces y persianas con Home Assistant instalado en una vieja Raspberry Pi 3 de 32 bits. Con la nueva política, será hora de pasar a un Pi 4 (¡o incluso un Pi 5 brand new!), optar por Home Assistant OS, y disfrutar de una interfaz más fluida, actualizaciones automáticas, y una compatibilidad mejorada con las últimas integraciones. ¡Las noches batallando con dependencias de Python obsoletas han terminado!

Impactos en el hardware y el ecosistema
Este reorientación definitivamente tendrá consecuencias en el hardware utilizado. Las Raspberry Pi de modelos antiguos (Pi 2, Pi 3 en versión de 32 bits) se acumularán en el polvo, mientras que los mini-PC x86 o los NAS recientes se convertirán en los favoritos de los instaladores. Los integradores profesionales verán en esto una oportunidad para proponer soluciones más robustas a sus clientes, con un soporte simplificado y menos intervenciones técnicas.
Optar por un hardware compatible
Es posible instalar Home Assistant en una Raspberry Pi de última generación, en un mini PC, o simplemente utilizar las cajas oficiales de Home Assistant, que se han probado y son muy asequibles. ¡La solución de simplicidad, que de hecho he implementado en casa!
Hacia una domótica más simple, más fiable… y más ambiciosa
Al dejar atrás los métodos de instalación obsoletos, Home Assistant se da los medios para alcanzar sus ambiciones. El equipo podrá concentrarse en las verdaderas innovaciones: integraciones más potentes, automatizaciones inteligentes, compatibilidad aumentada con Matter y Thread… En resumen, todo lo que hace vibrar a los apasionados de la casa inteligente.
Y, seamos honestos, ¿quién no ha soñado alguna vez con una domótica que “simplemente funcione”? Menos tiempo gastado en depurar, más tiempo para disfrutar de su casa conectada, es todo lo que deseamos para la comunidad. Y si alguna vez es de los que les gusta experimentar, nada le impide guardar un viejo Pi para probar las nuevas funciones en primicia.
¿Conclusión? ¡Avanzamos y mantenemos la sonrisa!
Sí, la página se pasa. Sí, habrá que decir adiós a ciertos hábitos. Pero detrás de este cambio, todo el ecosistema de Home Assistant gana en madurez. Menos complejidad, más fiabilidad, y un futuro que se presenta aún más emocionante para la domótica de código abierto.
Por favor, sea cortés: ¡un hola y un gracias no cuestan nada! Estamos aquí para mantener debates constructivos. Los trolls serán eliminados.