¿Alguna vez has maldecido contra tus viejos aspersores que inundaban más a menudo el camino o el salón de jardín que tu césped, desperdiciando así esta valiosa agua? ¿Los sistemas tradicionales, con sus tubos enterrados (y sus dificultades de instalación), ya no te emocionan? ¡Prepárate, porque el Aiper IrriSense está decidido a revolucionar el mundo del riego automatizado! Lo descubrimos en el CES 2025 de Las Vegas, donde de hecho recibió un bonito premio por su innovación. Desde hace un mes está en mi jardín para ver si realmente cumple sus promesas. Vamos a descubrirlo más en detalle.
Desempaquetado del Aiper IrriSense
La primera sorpresa, el embalaje del Aiper IrriSense contrasta con la competencia: no hay una caja tan alta como un frigorífico, sino un formato compacto, listo para unirse al césped en un abrir y cerrar de ojos.
En el embalaje se encuentran con orgullo los dos premios recibidos por este sistema de riego inteligente:
Y la promesa de una instalación en 15 minutos, bastante increíble para un sistema de riego automático.
En el interior, el «robot», un cable de alimentación de 10m, cuatro tornillos helicoidales para plantarlo, un filtro integrado, un adaptador para manguera normal y una hoja de inicio rápido, que redirige a la aplicación.
Lo que impacta es la sobriedad del diseño: Aiper ha apostado por una torre discreta, de plástico sólido.
Dificil imaginar que puede reemplazar por sí sola hasta diez aspersores tradicionales. Su compacidad no impide la robustez: el dispositivo pesa casi 5 kg, se coloca como una estaca y no tiembla ante el viento.
El aspersor cuenta con una cabeza motorizada, capaz de girar 360°:
En la parte trasera, el Aiper Irrisense tiene un botón de control y un sensor de lluvia, del mismo tipo que se encuentra habitualmente en los robots cortacésped, que permitirá detener el riego en caso de lluvia.
Finalmente, en la parte superior, un dial que muestra la presión:
En cuanto a la conectividad, la máquina incorpora Wi-Fi y Bluetooth, además de un sensor meteorológico integrado y un sistema anti-retorno.
En la parte trasera, encontramos el tubo para la entrada de agua, así como el conector para la alimentación. Porque sí, habrá que conectar el Aiper Irrisense a una toma de corriente.
Pero la instalación sigue siendo ultra simple, ni siquiera hace falta un bac+12 en fontanería o domótica para atreverse con la instalación. Hablemos de ello, por cierto…
Configuración del riego automático Aiper IrriSense
La promesa de Aiper es una instalación en quince minutos. Bueno, yo tardé doce :p Solo hay que atornillar la torre en el césped:
Luego se conecta la manguera de agua (clásica de 3/4”, pero se proporcionan diferentes adaptadores).
Aquí simplemente utilicé el acoplador rápido de mi manguera de riego tradicional. Dificil hacerlo más simple, un clic y ya está.
Y finalmente el enchufe. Bien, es la pequeña contrariedad, pero con un cable de alimentación de unos diez metros, deberíamos encontrar fácilmente una toma de corriente en el área.
Y ya está, el robot parpadea para indicar que está listo.
La verdadera magia comienza en la aplicación móvil (Android e iOS). Olvídate de los viejos temporizadores ilegibles: todo se convierte en modo táctil e intuitivo. Comenzamos por instalar la aplicación y crear una cuenta si no se ha hecho ya (en caso de que ya poseas un robot de piscina, por ejemplo).
Luego pedimos agregar un nuevo dispositivo. El asistente empieza a explicarnos cómo instalar mejor el aspersor automático.
Aiper incluso ha desarrollado una herramienta basada en Google Map: con la geolocalización, o indicando tu dirección, obtienes una vista satelital de tu jardín. Colocas puntos para delimitar la superficie a regar, y posicionas el Irrisense para verificar si es capaz de regar toda la zona. Si no es el caso, puedes moverlo fácilmente para probar diferentes posiciones.
El asistente luego continúa con las explicaciones sobre la instalación.
Iniciamos el emparejamiento:
Luego podemos darle un nombre. Después proceder a las actualizaciones si hay.
Ahora es el momento de delimitar el mapa.
Esta es la parte un poco delicada, pero el asistente nos explica todo de la A a la Z.
El riego se activa. Solo nos queda determinar la potencia del chorro para regar correctamente la posición actual. Hacemos clic en el «+» para guardar la posición y pasamos a la siguiente. Y así sucesivamente. El objetivo es crear un punto cada vez que el terreno cambia un poco de forma y ajustar correctamente la potencia del chorro para regar la superficie deseada, y no las zonas colindantes.
El chorro puede llegar hasta 12m y reducirse a menos de un metro del Irrisense, lo que deja un buen margen de maniobra. Así podemos regar sin problemas el lecho de flores a 10m, como el jardín a 1m de distancia, todo ello con gran precisión.
Solo nos queda ajustar los horarios de riego. Comenzamos por definir el nivel de riego, de 13 a 51mm, según la región y el estado del clima (como muy seco este verano en Orleans…).
Luego determinamos los horarios y los días. Aquí, por ejemplo, riego cada 2 días a las 4 de la mañana, lo que permite evitar la evaporación del riego en pleno día… También se puede regar por la noche si se prefiere, cada uno elige.
Y ya está, la configuración está terminada.
Último pequeño detalle en los parámetros: podemos activar la detección de lluvia (sensor integrado) y meteorológica (a través de internet). Lo que evitará regar innecesariamente. ¿Se pronostica lluvia para mañana? No es necesario regar, dejamos que la naturaleza haga su parte y ahorramos agua.
A partir de aquí, el Aiper Irrisense se encarga solo del riego. Solo hay que dejar el grifo de agua abierto, por supuesto. ¡El resto, él lo gestiona!
La función estrella sigue siendo la famosa tecnología EvenRain. Sin más acumulaciones ni charcos: la boquilla pulveriza a 12m con un flujo suave y constante, cada zona recibe exactamente la cantidad adecuada de agua, sin excesos. Como una lluvia fina a medida, hasta 445m². Durante un ciclo, el Irrisense pasa varias veces por el mismo lugar, dejando entre cada paso el tiempo necesario para que la tierra absorba suavemente el agua.
Mi experiencia: el césped revive (¡y yo también!)
Prueba a largo plazo en mi jardín (400m², un rectángulo, algunos árboles perezosos y un huerto al acecho): a pleno mes de julio, dejé al Aiper IrriSense hacer su vida. Primero, la cartografía es impresionante en precisión. No más riego inútil en la terraza o en los macizos de hortensias. ¡No se olvidó de ninguna hierba tampoco!
¿El clima juega malas pasadas? El IrriSense adapta su programa sin pedir la opinión de nadie. ¿Se pronostica lluvia? Suspensión automática. ¿Tienes tendencia a olvidar cerrar el grifo? El Aiper IrriSense se encarga de todo eso por ti.
En caso de sequía, el robot ajusta la frecuencia del riego. Si la presión del agua se dispara (por ejemplo, durante un corte de suministro), la aplicación te alerta de inmediato. Soñamos con un sistema que incorpore 4G para quienes viven lejos de su router, pero sinceramente, la estabilidad es buena siempre que haya Wi-Fi al final del jardín.
En cuanto a ruidos molestos, nada que señalar: menos de 60dB, perfecto incluso a las 6 de la mañana. Para el mantenimiento, una vez acabada la temporada, se saca el aparato, se limpia el filtro y se guarda todo en el sótano. Sin corrosión, sin problemas.
En esta temporada de verano, el Aiper IrriSense se muestra ultra práctico: ¿te vas dos semanas de vacaciones? El riego está programado, excluyendo las zonas de paso/ paseos del perro, y el clima hace el resto. Al volver a casa: junto con un robot cortacésped, césped impecable y plantas del huerto vivas. ¡Con eso, vuelves de vacaciones con una sonrisa, sin tener que someterte a las tareas del jardín :)
¿Una fuerte lluvia sorpresa? El robot activa su paro de seguridad sin intervención. Ya no hay riego innecesario mientras llueve. Aiper nos prometió un riego inteligente, ¡no mintió!
Conclusión
Descubierto durante el CES a principios de año, uno podría preguntarse qué hace Aiper, especialista en robots de piscina, en el riego del jardín. En papel, la solución parecía muy innovadora. Y en la realidad, el Aiper IrriSense no es en efecto ningún gadget. Es el cómplice perfecto para quien quiere verde sin pasar toda su vida (o su salario en agua desperdiciada). Menos instalación, más inteligencia, ahorros y sin complicaciones en la configuración. Si necesitabas una prueba de que la tecnología puede simplificar nuestras vidas, ¡mi césped ahora sedoso es testigo de ello! Sinceramente, tras probar dispositivos «inteligentes», a veces me he sentido un poco desalentado con ciertos productos. ¡Pero este sistema de riego automático me ha sorprendido! Aquí tenemos una verdadera innovación que optimiza el riego del jardín (¡o del huerto!), permite mantener un exterior bien verde, y todo eso limitando la factura. Y, no olvidemos, que se instala en apenas 15 minutos. ¡Genial!
El único inconveniente: el precio sigue siendo alto, ya que su precio público es de 649€ (en promoción de verano a 549€). Sin embargo, es imposible esconder mi entusiasmo por este sistema. El riego automático es algo que nunca había tomado el tiempo de implementar para completar mi hogar conectado. Costoso, complejo de poner en marcha. Aquí Aiper ha sabido revolucionar todo esto con un sistema ultra simple de instalar, y realmente inteligente. ¡Solo puedo recomendarlo!
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