Imagina un marco de fotos que nunca recoge polvo en el mueble, que no te obliga a elegir entre la foto del más pequeño o la de las vacaciones en la playa, y que recibe nuevos recuerdos sin mover un dedo. El Pexar, es un poco eso, pero mejor: una pantalla 2K brillante, una app que hace el trabajo en tres clics, y la promesa de ver rodar tus momentos más hermosos como se hojea un álbum vivo. Tuve la oportunidad de probarlo en condiciones reales – entre los niños que envían selfies y los abuelos que piden noticias – y sinceramente, me quedé impresionado. ¿Listo para descubrir lo que este marco conectado tiene bajo el capó? ¡Vamos!
Desembalaje del marco de fotos digital Pexar 2K
Apenas el cartón del Pexar en las manos, uno siente que no está ante un producto descuidado.

La caja es limpia, pero cuidada, y – detalle que cuenta – puede incluso servir como una pequeña caja de almacenamiento / marco de fotos tradicional una vez que el marco está instalado.

Práctico para guardar algunos recuerdos en papel o accesorios. ¡Una idea bastante simpática que permite reciclar el embalaje!

En el interior, el marco resplandece, acompañado de un soporte magnético inteligente, un cargador de pared y una guía de instalación rápida.

El diseño del Pexar es la sobriedad personificada: líneas limpias, bordes finos, disponible en negro mate o blanco arena según tus gustos. El marco se integra sin desentonar en cualquier interior, desde el salón escandinavo hasta la oficina profesional, y el soporte magnético permite cambiar de modo retrato a modo paisaje en un abrir y cerrar de ojos, sin complicaciones.


Los acabados son impecables, la base es estable, y las patas antideslizantes evitan cualquier sorpresa si una pequeña mano curiosa se acerca.


En cuanto a la pantalla, estamos ante algo grande: un panel IPS táctil de 11 pulgadas, resolución 2K (2000 x 1200 píxeles), 212 ppi, 100 % sRGB, brillo de 400 nits, y sobre todo un tratamiento antirreflectante que marca la diferencia.

Aún bajo la luz del sol, las fotos siguen siendo brillantes y los colores son naturales. ¿Los píxeles? Invisibles a simple vista, incluso al acercarse mucho. Se siente que Lexar, que dirige la marca Pexar, ha puesto mucho esfuerzo en la calidad de la visualización.

El marco cuenta con 32 GB de almacenamiento interno (¡hasta 40,000 fotos según el fabricante!), ampliable a 1 TB a través de tarjeta SD o memoria USB. En cuanto a la conectividad, tiene de todo: Wi-Fi, puertos USB-A y USB-C, lector SD, e incluso un pequeño altavoz integrado para los vídeos (bueno, la calidad de sonido no hará temblar tu altavoz Bluetooth, pero para un vídeo familiar, cumple).

Configuración y descubrimiento: simplicidad infantil, personalización garantizada
Instalar el Pexar es pan comido. Se conecta, se conecta al Wi-Fi, ¡y listo, el marco está listo para recibir sus primeras fotos!

La interfaz es táctil, fluida y sinceramente intuitiva: incluso la abuelita que tiene problemas con su smartphone lo logrará sin sudar frío.

La aplicación Frameo (gratuita en iOS y Android) permite enviar fotos o vídeos en cuestión de segundos, sin importar dónde te encuentres en el mundo.

Un código QR para escanear, un código para ingresar, y ¡listo!: incluso se puede invitar a hasta 512 personas cercanas a contribuir a la galería familiar.

Las notificaciones visuales y sonoras avisan en cuanto llega una nueva foto, y la gestión multiusuario se realiza sin fricciones. Práctico para las familias dispersas, o para enviar recuerdos a distancia a los abuelos (y evitar el eterno “¿me enviarás las fotos?”).

La aplicación Frameo es muy simple: seleccionas las fotos en tu teléfono, eliges el marco Pexar como destinatario y la magia sucede. Para aquellos que quieren llevarlo más lejos, la versión de pago Frameo+ permite enviar más fotos de una vez y subir vídeos más largos, pero honestamente, la versión gratuita es más que suficiente para un uso familiar normal.

El marco también ofrece una amplia gama de configuraciones: visualización de la hora y el clima (desactivables para los puristas de la foto), modo de espera programable para ahorrar energía, y sobre todo una rotación automática de la visualización gracias a un acelerómetro integrado.

Se puede colocar el marco sobre un mueble o colgarlo en la pared, todo está previsto, incluso las fijaciones. Un detalle que se aprecia en comparación con el modelo Aura Carver, por ejemplo, que solo puede ser colocado en horizontal sobre un mueble.

Un pequeño extra bien pensado: el recorte inteligente de las fotos. Ya sea que tu imagen esté en 4/3, 16/9 o formato Instagram, el Pexar se adapta, propone llenar la pantalla (aunque sea recortando un poco), añadir bandas negras o un desenfoque estético, o incluso rotar la foto manualmente. Es inteligente, accesible con un toque, y evita fotos truncadas o cabezas cortadas.
Experiencia de uso: el Pexar en el día a día, entre recuerdos compartidos y pequeñas sorpresas
Después de varias semanas de uso, el Pexar se ha consolidado como un verdadero compañero en la vida cotidiana. En el salón, captura la atención sin robarle protagonismo a la decoración, y sus fotos se despliegan con una fluidez sorprendente. Los colores son vibrantes, los negros son profundos, y hasta las fotos tomadas rápidamente con un smartphone se ven magníficas. Los ángulos de visión son amplios, se pueden disfrutar las imágenes incluso al pasar delante rápidamente (y ese es el tipo de detalle que marca la diferencia cuando tienes una casa llena de vida).

El compartir a distancia es un verdadero placer: los niños envían sus logros deportivos o sus dibujos del día, los abuelos descubren cada mañana una nueva foto de sus nietos, y todos se mantienen conectados sin esfuerzo. Para las familias dispersas, es un verdadero hilo conductor, y uno se sorprende esperando la próxima foto como si fuera una postal. Incluso probé enviar vídeos: la calidad es correcta, aunque el sonido es anecdótico. Para un cumpleaños, se puede enviar un pequeño mensaje de vídeo sorpresa (¡efecto garantizado!).

El modo de espera programable es un gran plus: el marco se enciende y se apaga en los horarios elegidos, perfecto para evitar verlo brillar toda la noche en la habitación o la oficina. El clima y el reloj mostrados permanentemente pueden ser útiles, aunque, personalmente, preferí desactivarlos para disfrutar plenamente de las fotos. Pequeño inconveniente: no hay compatibilidad con domótica (no hay Google Home, Alexa o Siri), una pena para quienes aman controlar todo con la voz, pero no es nada decisivo.

En cuanto al almacenamiento, los 32 GB son más que suficientes para un uso normal, pero los fotógrafos compulsivos apreciarán la posibilidad de agregar una tarjeta SD o una memoria USB para almacenar miles de fotos adicionales. El aspecto de la seguridad también es un punto a destacar: no es necesario un servicio de nube obligatorio, las fotos permanecen almacenadas localmente, lo que tranquiliza a los más cautelosos (y evita suscripciones mensuales largas).

Al final, el Pexar se adapta a todos los usos: regalo de Navidad para los padres, herramienta decorativa en una oficina, o simplemente para mantener el hilo de los recuerdos sin tener que sacar el smartphone cada tres minutos. Y entre nosotros, ver la cara de la abuela iluminarse al recibir la foto del último pastel de cumpleaños, no tiene precio.
Conclusión
Difícil no encariñarse con el Pexar después de unas semanas viéndolo lucirse en el salón. Logra lo que tantos otros marcos digitales han fracasado: realmente dan ganas de compartir fotos, hacen el gesto simple e inmediato, y embellecen los recuerdos sin nunca desnaturalizarlos. Se olvidan rápidamente los álbumes polvorientos y las memorias USB olvidadas en el fondo de un cajón. Aquí, cada nuevo cliché enviado se convierte en un pequeño evento, una sonrisa que aparece, un recuerdo que resurge. Ciertamente, no es perfecto (el sonido de los vídeos no hará temblar a los audiófilos, y los fans de la domótica se quedarán un poco insatisfechos), pero cumple lo esencial: la calidad de visualización, la simplicidad, el placer del momento. El Pexar es el tipo de objeto que acaba formando parte de la familia. Y sinceramente, eso se siente bien. Actualmente a menos de 150€, es una idea de regalo para tener en cuenta (o para regalarse a uno mismo ;-)
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