Imagina: te pones tus Ray-Ban Wayfarer, icono del estilo, y ¡voilà!, ya estás equipado con una cámara, microfonos, altavoces y un asistente de IA, todo sin parecer un extraterrestre. Las Meta Ray-Ban Wayfarer son el encuentro inesperado entre el chic atemporal y la tecnología más avanzada. Después de varios meses conviviendo con estas gafas conectadas, te comparto mis impresiones sobre estas gafas fuera de lo común.
Desempaquetado de las gafas conectadas Meta Ray-Ban Wayfarer
El empaque establece el tono: minimalista, elegante, efectivo. Se encuentra la esencia de Ray-Ban, con una caja sobria donde lucen orgullosamente los logos de los dos socios.


Al abrirlos, las gafas están allí, bien ajustadas en su estuche rígido cubierto de faux cuero marrón (el tipo de objeto que gusta exhibir en una mesa de café).

Pero el estuche no está allí solo para verse bonito: recarga las gafas hasta ocho veces y muestra el nivel de batería a través de un LED discreto. Práctico, ¿verdad?

El estuche se parece como dos gotas de agua a los estuches tradicionales de la marca, pero con un poco de tecnología incorporada y un puerto Usb-C para cargarlo.

También se incluye un paño de microfibra y una pequeña guía de inicio, pero nada superfluo.

En términos de diseño, la magia ocurre: es difícil distinguir estas Wayfarer conectadas de un par clásico.

Las patillas son un poco más gruesas, para acoger la electrónica incorporada, pero nada chocante, especialmente en una época donde las monturas gruesas están de moda.


Los acabados son impecables, con varios colores disponibles y la posibilidad de adaptar las lentes a la vista, incluyendo lentes progresivas. Un pequeño detalle que tiene su importancia: la compatibilidad con la mayoría de los ópticos para el montaje de lentes correctoras. Sin embargo, atención, no todos están equipados para manejar este tipo de montura, es mejor pasar por un óptico asociado a Ray-Ban para evitar sorpresas desagradables.
Estas gafas también están disponibles con lentes «transitivas», que se oscurecen al sol, para convertirlas en gafas de sol «automáticas».

Para los puristas, es una verdadera alegría: se mantiene en el ADN de Ray-Ban, añadiendo un toque geek.
Porque estas son, de hecho, gafas conectadas. Debajo de las patillas, se distinguen pequeños altavoces, que se posicionan justo delante de las orejas para disfrutar del sonido sin cubrirlas, así como micrófonos para escuchar nuestros comandos de voz.

En la parte inferior, se distinguen los conectores para la carga:

Que se posicionan naturalmente al guardar las gafas en su estuche:

Pero sobre todo, la cámara oculta en el marco frontal:

Si bien es muy discreta, no permitirá tomar fotos de manera sigilosa, ya que en el lado opuesto hay un pequeño LED que se iluminará en blanco al tomar una foto o filmar. Una forma de avisar a las personas a nuestro alrededor para preservar su privacidad. Y no pienses que puedes cubrir este pequeño LED: las gafas llevan un sensor que impide la captura de imágenes si el LED está cubierto :p
Configuración de las Meta Ray-Ban
El inicio de estas gafas conectadas Meta Ray-Ban solo toma unos minutos. Un código QR te lleva a la aplicación Meta IA (anteriormente Meta View), que guía el emparejamiento de las gafas con tu smartphone.

Se ofrece una pequeña demostración de las funcionalidades, para manejar rápidamente estas gafas.

La aplicación es intuitiva, ofrece opciones de personalización de los gestos táctiles, la sincronización automática de fotos/videos, e incluso consejos de uso (práctico para evitar errores en público).


Las gafas Meta Ray-Ban se activan solas en cuanto las colocas sobre la nariz. Se ofrecen tres modos de interacción: la voz (con el asistente Meta AI), un botón físico en la patilla derecha (para fotos/videos), y una zona táctil para controlar la música, el volumen o responder una llamada.

No es necesario sacar el teléfono constantemente, todo se hace con un gesto o un “Hey Meta” bien sonado.

Te acostumbras muy rápido a los comandos, que resultan ser muy intuitivos.
En el uso: cuando la tecnología se desvanece en favor de la vida cotidiana
Dificil no sentirse atraído por la versatilidad de estas gafas Meta Ray-Ban. Comenzamos con la función más sorprendente: la captura de fotos y videos en primera persona. Un toque en el botón, y ¡voilà!, la cámara de 12 megapíxeles inmortaliza el momento, con un LED blanco que se enciende para avisar al entorno (perfecto para tranquilizar a los preocupados por la privacidad). Los videos están limitados a 3 minutos, lo cual es más que suficiente para compartir un momento en Instagram o WhatsApp, especialmente porque el compartir se hace en un abrir y cerrar de ojos, sin tocar el teléfono.

En cuanto a la calidad de imagen, el resultado es muy correcto en plena luz, con una estabilización sorprendentemente efectiva para un sensor tan pequeño. En baja luz, se complica un poco, pero nada que impida su uso diario.





Mención especial para la toma de fotos en la playa o durante una caminata, sin tener que sacar el smartphone (¡y arriesgarse a dejarlo caer en la arena o el agua!). Lo que realmente aprecio es la inmersión de los videos: se ve exactamente lo que ve el portador de las gafas. Es ideal para un video a compartir, pero también para una conversación por video a través de WhatsApp, cuando quieres compartir lo que estás viviendo con tu pareja en el otro lado del mundo, por ejemplo.
Ejemplo aquí durante mi viaje a Las Vegas a principios de año para el CES, donde tomé algunos videos paseando por el Strip:

Punto a mencionar: los videos están limitados a la vertical, y será necesario recortar para las redes sociales que prefieren otros formatos. Pero estas gafas fueron creadas especialmente para historias filmadas en este formato…
El audio no se queda atrás: cinco micrófonos y dos altavoces entregan un sonido claro, suficiente para escuchar música, un podcast o realizar una llamada sin aislarse del mundo. Ideal para trayectos en bicicleta o en scooter, donde los auriculares están prohibidos por razones de seguridad. Las llamadas son sorprendentemente claras, incluso en el ruido del periférico parisino (¡probado y aprobado!), y el entorno apenas escucha nada. Además, utilizo el mismo truco que con los Amazon Echo Frames 380 que te presenté, a saber, el uso de Voice Notify para tener la lectura de mis notificaciones de forma vocal (especialmente los mensajes de Home Assistant).

Los comandos táctiles son intuitivos: un toque para pausar, un deslizar para ajustar el volumen, y las gafas se pausan automáticamente si te las quitas. El confort es notable, incluso después de varias horas, a pesar de que las patillas son algo anchas para los amantes de las monturas minimalistas.
En la vida diaria, las Meta Ray-Ban se integran perfectamente a la vida moderna. Durante paseos, permiten capturar momentos espontáneos sin sacar el teléfono, perfecto para los padres que quieren inmortalizar una escena de la vida sin perder el instante. En desplazamientos profesionales, se transforman en un kit de manos libres ultra discreto: llamadas, notificaciones, lectura de mensajes de WhatsApp o Messenger, todo se realiza por voz o gesto, sin perder de vista el entorno.
Una función particularmente interesante, añadida recientemente a través de una actualización, es la traducción en vivo: solo hay que decir «Hey Meta, empieza la traducción simultánea», y ¡voilà!, todo lo que escuchas es instantáneamente traducido oralmente en tus oídos. No he tenido la oportunidad de ir al extranjero desde el lanzamiento de esta actualización, pero me he divertido viendo algunos videos de YouTube y canales de noticias extranjeros, y la traducción es bastante impresionante. Por ahora, solo se pueden traducir las lenguas inglesa, española e italiana al francés. ¡Pero esto es solo el principio! Detalle importante: el diccionario de traducción se descarga directamente en las gafas, lo que permite obtener traducciones incluso si hay un corte de internet.

Para dialogar con nuestro interlocutor, deberemos mostrarle la pantalla de nuestro smartphone: decimos en francés lo que queremos decirle, la aplicación lo traduce en texto a la lengua de nuestro interlocutor. Este video ilustra muy bien el funcionamiento:
Es una función realmente interesante, que permite deshacerse de la barrera del idioma!
Para los creadores de contenido, también es una herramienta formidable: transmisión en vivo por Instagram o Facebook en POV, videos inmersivos, compartición instantánea… Un simple comando «Hey Meta, envía una foto a Instagram», y lo que ves se publica instantáneamente. Estas gafas han tenido un enorme éxito con este tipo de usuarios. Los deportistas también apreciarán la posibilidad de escuchar música sin aislarse del mundo, o filmar una sesión de ciclismo sin cargar con una GoPro.

Un detalle que tiene su importancia: la sincronización automática de fotos y videos con el teléfono en cuanto llegas a casa o cuando vuelves a colocar las gafas en su estuche. No hay necesidad de molestarse con transferencias manuales, todo es fluido y transparente, ya que son capaces de conectarse directamente por Wifi.
Meta AI: Un asistente prometedor… pero limitado en Francia
Estas gafas conectadas Meta Ray-Ban también albergan el asistente vocal Meta AI, basado en el modelo Llama, que resulta sorprendentemente pertinente. Se le puede preguntar por el clima, el precio del Bitcoin, información para un artículo o incluso traducir una frase. El tiempo de respuesta es rápido, y los intercambios se registran en la aplicación para un seguimiento fácil.

En Estados Unidos, la IA va mucho más lejos: análisis visual en tiempo real, lo que permite por ejemplo escribir automáticamente la leyenda a publicar con tu foto de Instagram, sugerencias de recetas con lo que hay en la nevera, memorización de la ubicación del coche… Otro ejemplo dado por Meta:
«¿Estás preparando la cena y no tienes tanto mantequilla como pensabas? Pregunta a Meta AI si hay algún sustituto según lo que vea en tu despensa o refrigerador. También puedes preguntar a Meta AI qué vino de tu bodega combina mejor con la comida. Puedes hablar como lo harías normalmente sin necesidad de decir ‘Hey, Meta' cada vez. Y Meta AI responderá para una experiencia fluida y natural».
¡Estamos coqueteando con la ciencia ficción!
Desafortunadamente, en Europa, la regulación aún bloquea el acceso a las funciones IA multimodales (análisis de imagen, traducción instantánea, etc.), aunque Meta promete una llegada próxima. Algunas funciones han sido desbloqueadas recientemente en el Reino Unido. No es más que cuestión de tiempo antes de que lleguen a Francia. Para los más impacientes, hay trucos (VPN, cambiar a inglés) para activar ciertas funciones, pero nada oficial por el momento.
Autonomía y carga: suficiente, pero mejorable
Con una autonomía anunciada de 4 a 5 horas en uso mixto, las gafas Meta Ray-Ban duran medio día sin problema. El estuche de carga compensa ampliamente, permitiendo pasar el día con una pausa de recarga al mediodía. De hecho, eso es lo que a menudo hago cuando estoy en movimiento en una feria o en una visita turística. Aprovecho la pausa del mediodía para cargarlas en su estuche (que por supuesto hay que recordar llevar contigo). En 20 minutos, recuperas el 50% de batería, lo cual es un salvavidas en días ajetreados. No es aún la panacea para los aventureros, pero para un uso urbano, es más que suficiente.
Conclusión: Un verdadero amor por la tecnología
No todo es perfecto, por supuesto. La autonomía sigue siendo insuficiente para un día completo sin recarga, especialmente si se abusa de video o audio. Las funciones IA avanzadas aún no están disponibles en Francia, y la gestión de llamadas o mensajes puede a veces ser un poco caprichosa, especialmente en francés.
El precio tampoco es insignificante: a partir de 329 € la montura, a los que hay que añadir el costo de las lentes correctivas si es necesario (puede llegar hasta 800 € por un par completo con lentes progresivas y tratamientos de alta gama). Pero, buena noticia, el seguro puede a veces cubrir parte de las lentes, y la calidad percibida está a la altura.
A pesar de eso, es difícil no recomendar las Meta Ray-Ban Wayfarer a todos aquellos que quieren combinar estilo y funcionalidades conectadas sin sacrificar confort ni elegancia. Lejos de ser un gadget reservado para geeks, estas gafas se integran con una sorprendente discreción en la vida cotidiana. Cierto es que quedan progresos por hacer en cuanto a IA y autonomía, pero la promesa ya se cumple: enriquecer la realidad sin sobrecargarla, y ofrecer un anticipo del futuro, aquí y ahora, en la punta de la nariz. Y Meta apuesta mucho por estas gafas, y trabaja arduamente para que lleguen todas las funciones, sobre todo en Francia. Personalmente, ¡me encantan!
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